Antes de convertirte en
abogado litigante, de seguro escucharás unas cuantas nociones de las
cosas que estos hacen. Algunas de estas cosas son ciertas, la mayoría
no. Antes de adentrarte al camino de la litigación, necesitas evaluar
las ventajas y las desventajas de esto.
Primero las malas noticias:
La litigación es contradictoria.
Si odias el conflicto, no esperes disfrutar de la litigación. Tu
cliente estará demandando a alguien, o bien, siendo demandado. No hay
nada de afecto aquí. Las partes regularmente esperan que sus abogados
sean agresivos, algunas veces demasiado. El abogado contrario vendrá con
todo contra ti.
La litigación es impulsada por plazos. Hay
plazos para todo. Respuestas a interrogatorios, solicitudes de
producción y de admisión. Peritajes y declaraciones de expertos. Y un
largo etcétera, que multiplicado por 20 o 40 casos sería una gran
sorpresa.
La litigación no es como en la televisión. Muchas
personas estudian derecho porque han visto alguna serie de televisión
(Suits, Law & Order, The Good Wife, etc.). Se ve muy bonito en
televisión ¿no? Pero el arte no siempre imita la vida real. La práctica
real de derecho no es atractiva ni glamurosa. La mayoría de tu tiempo no
estarás tratando casos de alto perfil. Más bien, la mayor parte de tu
tiempo lo pasarás frente a una computadora, investigando, haciendo
borradores y respondiendo correos electrónicos. En fin, la
litigación puede ser que no llene tus expectativas.
Nunca dejas de litigar. Si
eres consciente, es difícil dejar el trabajo en la oficina. En casa te
preguntarás si debiste haber preguntado esa pregunta extra en el
testimonio. Cuando estés fuera, te preocuparás si la moción fue
presentada. Incluso te darás cuenta que las conversaciones con tus seres
queridos se han convertido en interrogatorios. Es difícil dejarlo en la
oficina.
Nunca sabrás lo suficiente. Toma
tiempo aprender la práctica de una manera tan bien que te
sientas cómodo en tu propia piel como abogado litigante. Para algunos
toma cinco años, para otros hasta diez años. Algunos nunca alcanzan este
nivel de comodidad. Es un proceso largo. No te conviertes en un abogado
litigante de la noche a la mañana.
Mucho depende en el instinto, y el instinto toma tiempo. Muchas
cosas de las que se les pregunta a abogados litigantes requieren de
decisiones rápidas (decisiones rápidas en testimonios, en audiencias y
en juicios, por mencionar algunas). Para tomar estas decisiones hay que
confiar en los instintos, y los instintos toman tiempo para
desarrollarse. Como abogado litigante joven, te preguntarás más de una
vez si lo que estás haciendo será un buen trato. Sólo la experiencia le
pone un alto a esto.
Ahora, las ventajas:
Nunca hay un momento aburrido. Sí,
hay investigaciones qué hacer y notas qué escribir, pero la litigación
es de ritmo rápido y serás arrastrado por este ritmo. Planearás cómo
ganarle a la parte contraria y usarás todo tu ingenio, tus energías y tu
corazón para que este plan funcione. Todo el tiempo tendrás sorpresas y
desafíos con los cuales lidiar. Puede ser un poco aterrador, pero
ciertamente no es aburrido.
Es como una buena partida de ajedrez. La
parte contraria quiere ganar. Tú también. El contrincante hace todo
tipo de movimientos para tomar a tu rey, mientras tú lo defiendes y al
mismo tiempo intentas tomar el rey de él. Para cada movimiento hay un
contra movimiento, y nada es lo que parece. ¿Te gusta una buena partida
de ajedrez? Has venido al lugar correcto.
Algunas veces sí es como en la televisión. Sí,
gastas una increíble cantidad de tiempo en frente de una computadora.
Tu oficina es tu casa lejos de casa. Pero algunas veces tienes que salir
a aventurar. Algunas veces destruyes a ese experto en la declaración. A
veces, en audiencia, la sacas fuera del parque. Y otras veces ganas un
caso. A veces eres Jack McCoy (de la serie Law & Order, [sí, el
mismo que dice:”Y creo que la Constitución se debe utilizar menos como
un escudo para los culpables, y más como una espada por sus víctimas
inocentes”]).
Se mejora con la edad. Como
un buen vino, ser abogado es algo que mejora con la edad. Mientras más
tiempo practicas, más mejoran tus habilidades, más aprendes y más cómodo
te sientes en la práctica de derecho. Si logras superar el miedo y la
incertidumbre de los primeros años, podrás disfrutar de los frutos de tu
trabajo duro.
En lo que a litigación
se refiere, hay cosas buenas y cosas malas. Si logras aprender a
disfrutar las cosas buenas, y no te quedas sólo con las malas, puedes
hacer una carrera exitosa de ella.
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